Nos quieren tapar con pavimento una pésima gestión

¿Cambiamos con Cambiemos en la Ciudad? ¿Y en el país? Todo indica que no. Cualquier indicador económico-social habla por sí solo.

El actual Gobierno de la Ciudad opera con la misma lógica que el Nacional e incluso que el que impuso Cristina Kirchner. Nos cobra impuestos carísimos para dilapidar nuestro dinero y devolvernos servicios públicos del cuarto mundo, pero con un presupuesto per cápita del primer mundo.

El GCBA disimula de manera sistemática su ineptitud y derroche del dinero público con relato. Un relato que puede adquirir aristas de frivolidad cuando al embellecimiento de la Ciudad se lo quiere transformar en un pretendido “logro” político.

La afirmación precedente la sostuvo Martín Lousteau en 2015 y 2017. Mirá el video. No sé qué le pasó a Lousteau, ahora precandidato a senador por Juntos por el Cambio. ¿De repente comulga con ese Gobierno de la Ciudad al que criticaba por ocultar “con globos” los problemas?

Si desde un costado de la grieta nos quisieron tapar datos de pobreza interviniendo el Indec y alterando las cifras, desde el otro costado del ring-side hacen lo mismo los otros, con obras públicas de embellecimiento urbano que implican derroche y gastos superfluos.

Los dos polos de la grieta tienen más parecidos que diferencias.

Mentiras de uno y otro lado de la grieta

“Miente, miente que algo quedará”. Esa parece ser la consigna de macristas y cristinistas en este último tramo previo a las PASO. Ambos construyen relatos épicos que no existen. ¿Vemos la realidad de la Ciudad con datos y sin relatos?

Estamos superando el 21% de pobreza, aunque el gasto en seguridad social es enorme. Solo en 3 años de gestión el GCBA aumentó 6 puntos porcentuales el indicador de pobreza en la Ciudad.

Eso no es todo. Aumentan las personas en situación de calle. Cierran comercios y pymes,y se desploma la actividad. Las familias se endeudan… Y, mientras tanto, el Gobierno local te asegura que Buenos Aires está “más linda”.

¿”Más linda” para quién? ¿Desde cuándo hacer algo “lindo” es sinónimo de “buena gestión”?

Gastos superfluos: una fiesta de derroche e impuestos carísimos

En un contexto crítico en lo económico y social como el que nos dejó el cristinismo y nos aumentó el macrismo, en 2018 se priorizó gastar $7.900 millones para organizar los Juegos Olímpicos de la Juventud. ¿Sabés a qué se equipara ese número? A:

  • el 94% de lo recaudado por ABL en 2018,
  • el 47% de los recaudado por el Impuesto de Sellos en igual año
  • y a 383.000 canastas básicas totales (promedio 2018) para hogares de una pareja y dos hijos.

¿De dónde salieron todos esos millones? De tu bolsillo. De tus impuestos.

Esa cifra gastada es equivalente, además, a más del doble de lo que proyecta recaudar el GCBA por la contribución municipal al consumo de energía eléctrica que así figura en tus facturas de luz. Se trata de una tasa del 6,383% sobre el subtotal de tu factura, que se queda el GCBA porque a vos -vecino, comerciante, pyme, club de barrio- se te ocurre, con tarifazo y todo, encender una luz de noche.

Se puede ajustar el gasto político, pero el GCBA no quiere

Que una Ciudad esté “más linda”, ¿te habilita a que se hayan gastado $10 millones en 2017 para instalar macetones en las esquinas de ciertos barrios porteños? Así figura en el presupuesto y ese monto se gastó: ¡$10 millones!

¿Sabías que con ese mismo dinero el GCBA podía, al precio de hoy, abastecer a patrulleros de la Policía de la Ciudad con 238.094 litros de nafta?

La pregunta da cuenta de cuál es la prioridad: entre macetones y nafta para patrulleros, macetones. Entre bajarte impuestos y macetones… Macetones.

De bajar impuestos, reactivar la producción y la actividad comercial, impulsar el consumo y generar empleo genuino, de todo eso, nadie te habla. Como tampoco de garantizarte servicios públicos de calidad, aquellos por los que pagás.

Para el GCBA la inversión en educación, salud y seguridad pueden esperar. ¿Y un macetón o la organización de un evento deportivo internacional? No, eso no puede esperar.

El orden de prioridades está cambiado en Buenos Aires. El maquillaje es prioridad. Lo importante es secundario.

 

Cada vez es más fácil ser pobre en la Ciudad

A la par que los gastos superfluos se multiplican -cosa que también te conté la semana anterior, y asimismo la otra que la antecedió-, las estadísticas oficiales muestran aquello que el GCBA te quiere tapar con macetas, relato, más macetas y embellecimientos varios.

Las mediciones de la Canasta Básica Alimentaria (que define la línea de indigencia) y la Canasta Básica Total (que define la pobreza) indican que los porteños de clase media, para no caer en la pobreza, debieron ingresar en junio de este año casi un 60% más que en junio de 2018. Es decir, cada vez es más fácil ser pobre en la Ciudad.

Los datos que brinda el informe te los resumo en 3 ejemplos.

1 | Familia tipo – Indigencia: si es propietaria, necesitó $15.043,11 para no ser indigente en junio y $38.643,11 por mes si debió alquilar un 3 ambientes a un precio promedio de $23.600, sin contar expensas, según (también) datos estadísticos oficiales del GCBA.

2 | Familia tipo – Pobreza: si es propietaria, esa familia precisó $30.914,77 por mes para no ser pobre en junio y $54.515,77 por mes si alquiló un 3 ambientes a un precio promedio de $23.600, sin contar expensas. Agrego: la Dirección Nacional de Estadística y Censos admite que una familia tipo, para pertenecer a la clase media y no correr riesgo de caer en la pobreza, debió ingresar en junio, como mínimo, $48.758,80 por mes.

3 | Pareja de adultos mayores, inactivos y propietarios de una vivienda: debió cobrar $7.595,54 en junio para no ser indigente y alrededor de $31.000 si alquiló en igual mes un depto de 3 ambientes. Mientras que la misma pareja debió contar con $15.578,39 para no ser pobre y $39.178 si alquila un 3 ambientes, sin contabilizar expensas.

El precio que supone no caer bajo la línea de pobreza en CABA tiene parte de su explicación en el cuadro siguiente:

Los aumentos interanuales de alimentos, servicios, alquileres y prepagas, junto a la carga impositiva del GCBA (manifiesta u oculta, como en el caso de la luz), no hacen más que acelerar el deterioro de la economía de los porteños.

Soluciones, no verso

Frente a esta situación crítica es necesario atacar las causas y no las consecuencias. ¿Esto qué supone?

  • Eliminar gastos superfluos.
  • Bajar impuestos.
  • Reordenar prioridades.

Estas medidas no son un relato más. Se basan en datos y son propuestas concretas.

Solo hay que saber y animarse a hacerlo.

Es posible una Ciudad con servicios de calidad, más equitativa y con su actividad económica reactivada. Pero la que se tiene que ajustar es la política con su derroche frívolo de recursos, que lo realiza a costa del dinero de nuestros impuestos.