Según la ONG Defendamos Buenos aires, en enero cerraron 2536 locales en la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y el conurbano como consecuencia la caída de la actividad económica. Es sencillo: bajaron las ventas, subieron los costos y se mantuvieron los impuestos. Sin demanda, los ingresos no alcanzan para sostener los gastos, que continuarán aumentando invariablemente debido a los incrementos pautados de las tarifas.
El Gobierno proyecta para 2019 un crecimiento basado en el rebote de las exportaciones, pero este sector no genera necesariamente empleo en el área metropolitana. Si bien nada sugiere que se haya frenado la caída de la actividad, todo parece indicar que es más pronunciada en los sectores de servicios y que dependen del mercado interno.
La mejor forma para dejar de hacer plata con la plata y reactivar la economía es impulsar el mercado interno; esto significa que quien tiene un comercio pueda apostar, definitivamente, a su propio comercio. De esta situación no se sale profundizando el ajuste, sino intentando recomponer los ingresos de los consumidores.
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