A tres años del inicio de la gestión de cambiemos es inevitable no ponerse frente a algunas de las promesas de campaña del actual presidente Mauricio Macri y evaluarlas:

  • Inflación

 

Durante la campaña presidencial, consultado por la problemática de la inflación, Macri se mostraba bastante confiado, restando importancia al tema. Incluso, quizás con razón, llegó a afirmar que “la inflación es el resultado de tu incapacidad para gobernar”.

Luego de tres años de gobierno, la tasa interanual de inflación se ubica en los valores más altos desde 1991. En términos acumulados, la inflación en la era Macri supera el 140%. El proceso inflacionario ha sido liderado por rubros regulados por el propio Gobierno como los servicios de vivienda, gas y agua, transporte y telecomunicaciones. Estos rubros al ser de consumo necesario para los hogares, pulverizan el poder adquisitivo del salario dado que no tienen sustitutos.

Lejoslejos de encontrarle un problema a la inflación y de no mediar ningún shock inesperado, la tasa debería descender en los próximos meses luego de alcanzar estos niveles cercanos al 50%.

  • Crecimiento económico

En el cierre de campaña presidencial Mauricio Macri, en la provincia de córdoba, llamó a los votantes a realizar «un gran cordobazo del crecimiento y del desarrollo«, pidiéndoles su apoyo en los comicios.

Sin embargo, desde diciembre de 2015, la actividad económica acumula una caída del 1,5%. Si lo pensamos en términos per cápita, que es la medida relevante porque refleja la cantidad de recursos disponibles “en promedio” para cada habitante de nuestro país (y también un indicador básico de desarrollo económico), la merma se nos va al 4,5%.

 

Es decir, en tres años nuestra calidad de vida empeoró 4,5% y pareciera que en el año siguiente no se revertirá esta tendencia, sino que la agravará (se estima que el PBI sigue cayendo en 2019 y la población seguirá creciendo). De esta manera, el primer mandato de Macri cerrará con una caída en los estándares de vida.

  • Mercado Laboral

Durante la campaña 2015, el presidente se comprometió a crear “un millón y medio de empleos privados en la Argentina en los próximos cuatro años”

 

En términos de empleo registrado, se observa un aumento de más de 150 mil puestos en este período, pero la mayor parte explicada por el sector público. Sin embargo, el poder adquisitivo del salario se ha derrumbado durante el gobierno de Macri. Entre diciembre 2015 y septiembre de este año acumula una caída de más de 14%.

Por otro lado, sin ser una contradicción, durante el último año además de aumentar el empleo aumentó la tasa de desempleo. Esto quiere decir que aumentó la gente que está buscando trabajo y no lo encuentra.  La recesión hace que más gente empiece a buscar trabajo, saliendo de su inactividad económica.

 

  • Pobreza

Una frase por demás citada durante la campaña 2015 fue “Pobreza 0”. La medición de pobreza, muy cuestionada durante el gobierno anterior, encontró una nueva medición en la gestión Macri. Fue uno de los objetivos principales que planteo el presidente para su gobierno.

Esta nueva medición muestra una lenta caída de los índices de pobreza desde fines de 2016 y durante 2017, producto de las mejoras en las condiciones económicas en ese periodo, pero con un fuerte aumento a partir del 2ª trimestre de este año, esto se corresponde temporalmente con el inicio de los problemas cambiarios que conllevaron una aceleración de los precios y ello al encarecimiento de la canasta básica alimentaria y total.

  • Deuda

La elección del gobierno, por el contrario del anterior, fue financiar el déficit fiscal con emisión de deuda. Si miramos la relación entre la deuda externa de la administración central en relación el PIB vemos casi una triplicación de esta relación con un crecimiento fuerte de los niveles de deuda.

 

La toma de deuda usualmente es parte de decisiones más complejas alrededor de decisiones de crecimiento y desarrollo que den la posibilidad de repago. Lo más preocupante de los nuevos niveles de deuda está alrededor de esa capacidad, la sostenibilidad de la deuda es una gran preocupación para los años 2020,2021 y 2022.

 

  • Déficit fiscal

Este año quedó demostrado que el plan gradualista de Cambiemos fracasó estrepitosamente. “No hay plan B” decía M. Peña. El plan B terminó siendo el de Christine Lagarde y el Board del FMI, que acelera la velocidad de ajuste.

Veamos qué pasó con la dinámica fiscal, ¿efectivamente hubo una reducción del déficit?  Las metas y objetivos que se fijó el Gobierno fueron sobre el resultado primario, no sobre el total teniendo en cuenta el pago de intereses de deuda que creció mucho en el período. Por otro lado, el “esfuerzo” recayó principalmente sobre el ciudadano de a pie de manera directa ya que la mayoría del ajuste se llevó a cabo sobre los subsidios económicos (la gente pagando más caros los servicios y transporte).

De esta manera vemos que el déficit financiero tomó mayor preponderancia a raíz de la decisión de priorizar el endeudamiento para el financiamiento fiscal, y por otro lado dejó la economía en una situación más vulnerable por ser la deuda en moneda extranjera.