
La otra campana
PARTE I
Los sueños
Luego del cierre de campaña electoral, aquel jueves 8 de agosto de 2019, llegué a casa con mi compañera de ruta María (en adelante La Gringa), saludé a mis hijos, a Victoria, a los perros. Antes de subir a ducharme, me desplomé sobre el sillón y encendí la tele. Quería repasar un pronóstico diferente a las encuestas y proyecciones económicas que venía leyendo a diario durante los últimos noventa días. También, me inte- resaba conocer el pronóstico del tiempo. Con independencia de su influencia en el día de la elección (que sucedería 48 horas más tarde), por algún motivo sentí la necesidad de saber qué sucedería sobre algo en lo cual la influencia de nuestras acciones es menos evidente que sobre el proceso electoral. Si bien es cierto que nuestros actos están cambiando el clima, todavía es más cierto que los actos políticos cambiaban otro clima, el electoral.